Por: Sara Lucía Caicedo Luna y Diana María Vélez Salinas

Hola, mi nombre es Cecilia Vega, tengo 14 años y si encuentras esta carta es porque yo ya no me encuentro con vida. Vivir en la zona roja de Colombia no es fácil, el Catatumbo está en medio del conflicto armado y eso nos ha hecho la vida muy complicada y dolorosa. Nunca sabes qué va a pasar y justo hoy nos tocó a nosotros. 

​

Estoy escondida bajo la cama y tengo mucho miedo, estoy

escuchando disparos y a mi mamá llorar, no sé qué está pasando,

no sé donde están escondidas mis hermanas, no sé si sigan con

vida, ni siquiera sé si yo saldré con vida de aquí. Son

aproximadamente las 6:00 a.m. acababa de amanecer cuando

escuchamos los disparos cerca de nuestra casa y ahora están aquí

¿Me encontrarán? ¿Me llevarán con ellos, o me matarán? No lo sé,

pero quiero dejar mis últimas palabras plasmadas aquí. Tengo fe en

que alguien las encontrará. Con lágrimas en los ojos solo quiero que

quien esté leyendo esto no deje en el olvido esta carta. Recen por el

Catatumbo, recen por nosotros y recen para que el conflicto armado

no cobre más víctimas inocentes.

​

¡Un disparo! Mi mamá ya no está llorando ¿Estará bien? Me temo lo peor, ojalá mis hermanas estén bien. Solo tienen 5 años, son apenas unas niñas y no deberían estar en medio de esto, ninguno de nosotros deberíamos  estar en medio de esto. 

​

Mis hermanas son gemelas tienen el cabello negro igual que mi padre, quien fue llevado a la fuerza por la guerrilla y no volvimos a saber de él. Eso pasó hace 3 años… Estoy escuchando pasos, y alguien está en la habitación, creo que no hay más esperanzas para mí, solo me queda decir: adiós.

​

Esta carta fue encontrada debajo de una cama en la casa de la familia Vega en el Catatumbo. El cuerpo de Cecilia fue encontrado en la sala con signos de violencia al lado del de su madre, ambas murieron desangradas debido a la gravedad de sus heridas y las gemelas nunca fueron encontradas, se reportaron como desaparecidas y todavía continúan en su búsqueda.

​

Valeria García