Por: Sara Lucía Caicedo Luna y Diana María Vélez Salinas
Pipa la ranita
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En el extenso bosque tropical colombiano amanecía una ranita venenosa llamada Pipa. Pipa vivía en un arbolito muy, muy grande, a ella le encantaba su arbolito porque en él podía escuchar claramente a las alegres guacamayas cantar una hermosa melodía, al loro guajillo hablar sobre el bello amanecer y otras especies de animalitos que encuentran su hogar en este ecosistema.
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De salto en salto baja por las ramas del árbol para comenzar su día. Este consistía en desayunar e ir al río para poder humedecer su delicada piel y de paso bañarse. Al llegar al suelo se encuentra con su vecino el hurón, este hurón no era muy simpático, pero aun así ella lo saludaba con una sonrisa de oreja a oreja cada mañana. Pipa sigue su camino y se encuentra con su amigo el oso hormiguero. Ellos caminaron en busca de las hormigas para poder desayunar juntos. Solían hablar de todo un poco, cómo les había ido el día anterior, sus felicidades y problemas. Él era el único amigo de Pipa ya que los demás temían de su habilidad venenosa. Al llegar al hormiguero entraron sigilosamente para no espantar a las hormigas, que son grandes trabajadoras y siempre están alertas. No se puede espantar el desayuno.
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Al terminar y quedar con sus pancitas llenas, se despiden y cada uno sigue con su rutina para que al otro día puedan encontrarse de nuevo. Pipa sabe que cerca del hormiguero hay un río pequeño donde puede zambullirse sin ninguna molestia. En el camino aprecia el hermoso bosque y su grandeza, siempre se cuestiona cómo puede ser tan majestuoso. Cuando llega al río se llena de emoción pues esta es su parte favorita del día ya que le gusta mucho nadar y tomar el sol recostada sobre las piedras.
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Después de un rato estando en el río escucha a un mono ardilla
acercarse al río, este se encuentra muy agitado, asustado y
parece estar en peligro. Pipa logra ver cómo el monito se
encuentra arrinconado por una anaconda. En cuanto se
percata de la situación, no duda en ayudarlo. Saltando llega
a la escena y sin saber exactamente qué hacer, se interpone
entre la anaconda y el monito, la anaconda no encuentra como
amenaza a la ranita y trata de comérsela, pero de lo que no se dio
cuenta es que Pipa del susto segregó sus toxinas y antes de que la
anaconda pudiese hacerle daño, se sintió muy mal y se alejó de ahí
lo más rápido posible.
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El monito la miró perplejo por lo que acababa de pasar, para el monito Pipa era su
heroína, este le agradeció y se fue. Pipa regresó a su hogar cansada, por lo que
presenció ese día, así que al llegar se echó a dormir. Al siguiente día, amaneció
al canto de las aves y a la hermosa vista. Bajando del árbol pudo ver muchos
animales a su alrededor, todos empezaron a aplaudir y a felicitar a Pipa por su
acto heroico contra la anaconda, nadie nunca había podido vencer su miedo
para ayudar a otro en esas situaciones. Desde ese día Pipa tiene amigos
que la quieren mucho y la ayudan a superar los problemas del día a día.
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Escrito por Alejandro Forero